PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2778
~ Martes 1 de Setiembre de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
Tú me has despertado del falso sueño de
la responsabilidad. Has descargado mi mochila de inútiles seguridades y falsas
necesidades, y me has dicho con voz amiga: camina ligero de equipaje.
Ahora sí, Señor. Ahora sé escuchar tu
voz amiga y su eco en el horizonte.
Ahora sí, Señor, camine o descanse, te
siento a mi lado, y no me pesa la vida ni el seguir tus huellas. Ulibarri F.
¡Buenos días!
Avivar la llama
Hoy te
ofrezco una parábola moderna que te descubrirá una verdad que fue expresada así
por Jesús: “No podéis servir a Dios y al dinero”. La prueba que todos debemos
afrontar en esta vida pasajera es la de elegir con sabiduría dónde poner el
corazón. Debemos hacer una opción entre los bienes transitorios de esta vida y
Dios, amado con toda nuestra alma.
Cuentan que un rey muy rico de la India,
tenía fama de ser indiferente a las riquezas y cultivar una profunda religiosidad.
Movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano.
”Majestad, —le preguntó en la audiencia—, ¿cómo hace para cultivar la vida
espiritual en medio de tanta riqueza?” El rey le dijo: "Te lo revelaré si
recorres mi palacio para apreciar mis riquezas. Pero, llevarás una vela
encendida. Si se apaga, te decapitaré". Concluido el paseo, el rey le
preguntó: “¿Qué piensas de mis riquezas?" La persona respondió: "No
vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara". El rey le dijo: "Ése es mi secreto.
Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las
riquezas”.
“Avivar
la llama interior”, de eso se trata, de tener un amor tan firme a Dios que
siempre lo tengamos en el primer lugar de nuestro afecto, preocupaciones,
tiempo… Hay un motivo fundamental: Dios nos ama tanto, se ha jugado tanto por
nosotros, que no nos queda sino organizar toda nuestra vida como respuesta
coherente a su inmensa bondad.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaúm,
ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Quedaban asombrados de su
doctrina, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que
tenía el espíritu de un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes voces:
«¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a
destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús entonces le conminó
diciendo: «Cállate, y sal de él». Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él
sin hacerle ningún daño. Quedaron todos pasmados, y se decían unos a otros:
«¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos y
salen». Y su fama se extendió por todos los lugares de la región. (Lc
4,31-37)
Comentario
Hoy vemos cómo la actividad de enseñar
fue para Jesús la misión central de su vida pública. Pero la predicación de
Jesús era muy distinta a la de los otros maestros y esto hacía que la gente se
extrañara y se admirara. Ciertamente, aunque el Señor no había estudiado (cf.
Jn 7,15), desconcertaba con sus enseñanzas, porque «hablaba con autoridad» (Lc
4,32). Su estilo de hablar tenía la autoridad de quien se sabe el “Santo de
Dios”.
Precisamente, aquella autoridad de su
hablar era lo que daba fuerza a su lenguaje. Utilizaba imágenes vivas y
concretas, sin silogismos ni definiciones; palabras e imágenes que extraía de
la misma naturaleza cuando no de la Sagrada Escritura. No hay duda de que Jesús
era buen observador, hombre cercano a las situaciones humanas: al mismo tiempo
que le vemos enseñando, también lo contemplamos cerca de las gentes haciéndoles
el bien (con curaciones de enfermedades, con expulsiones de demonios, etc.).
Leía en el libro de la vida de cada día experiencias que le servían después
para enseñar. Aunque este material era tan elemental y “rudimentario”, la
palabra del Señor era siempre profunda, inquietante, radicalmente nueva,
definitiva.
La cosa más grande del hablar de
Jesucristo era el compaginar la autoridad divina con la más increíble sencillez
humana. Autoridad y sencillez eran posibles en Jesús gracias al conocimiento
que tenía del Padre y su relación de amorosa obediencia con Él (cf. Mt
11,25-27). Es esta relación con el Padre lo que explica la armonía única entre
la grandeza y la humildad. La autoridad de su hablar no se ajustaba a los
parámetros humanos; no había competencia, ni intereses personales o afán de
lucirse. Era una autoridad que se manifestaba tanto en la sublimidad de la
palabra o de la acción como en la humildad y sencillez. No hubo en sus labios
ni la alabanza personal, ni la altivez, ni gritos. Mansedumbre, dulzura,
comprensión, paz, serenidad, misericordia, verdad, luz, justicia... fueron el
aroma que rodeaba la autoridad de sus enseñanzas.
Rev. D. Joan BLADÉ i Piñol (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Gil o Egidio
Ermitaño
En la región de Nimes, de la Galia
Narbonense (hoy Francia), san Egidio o Gil, cuyo nombre adopta la población que
después se formó en la región de la Camargue y donde se dice que el santo había
erigido un monasterio y acabado el curso de su vida mortal (s. VI/VII).
Se le atribuyen algunos milagros y la
piedad en el Medioevo lo llamó: Abogado de los pecadores, por haber ayudado en
su conversión al Rey Carlos; Protector de pobres, tullidos, arqueros, por haber
sido herido por una flecha; Abogado contra el miedo y el incubo, por ayudar a
una cierva en peligro; y Defensor contra las enfermedades del cáncer y la
epilepsia, llamada "mal de San Gil"
© EWTN
Palabras del Papa
Francisco
“Creer en Jesús significa hacer de Él el
centro, el sentido de nuestra vida. Cristo no es un elemento accesorio: es el
‘pan vivo’, el alimento indispensable... Pedro hace su confesión de fe en
nombre de los otros Apóstoles: ‘Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de
Vida eterna’. No dice: ‘¿dónde iremos?’, sino ‘¿a quién iremos?’. El problema
de fondo no es ir y abandonar la obra emprendida, sino a quién ir. De esa pregunta
de Pedro, nosotros comprendemos que la fidelidad a Dios es cuestión de
fidelidad a una persona, con la cual nos enlazamos para caminar juntos por el
mismo camino”.
Historia:
La viuda
Pedro invitó a su amigo Carlos a esquiar. Cargaron todo
en su camioneta, y se fueron a un centro de esquí. Apenas antes de llegar, el
tiempo se puso muy feo. El cielo se oscureció, empezó a soplar un fuerte viento
inesperado para esa época del año, y los primeros ramalazos de aguanieve
sacudieron el vehículo.
En ese momento vieron las luces de una estancia sobre la
ruta. Sin dudarlo, enfilaron hacia la casa para pedir refugio. Salió a
recibirlos una mujer vestida con pantalones y camperón que no lograban ocultar
su esbelta figura, con los cabellos rubios ensortijados húmedos.
'Acabo de dar una vuelta para controlar que todo está en
orden', explicó, 'y veo que esta noche vamos a tener una fuerte tormenta. Pero
sucede que yo he quedado viuda hace pocas semanas, y si los dejo dormir en mi
casa temo que la gente hable; es algo que no me gusta para nada y que no me
conviene.'
'No se preocupe, señora,' dijo Pedro. 'Nos basta con que
deje que metamos la camioneta en las caballerizas que se ven al lado de la
casa. Podemos refugiarnos ahí para pasar la noche. Nos iremos a primera hora de
la mañana'.
La señora aceptó, ambos hombres se dirigieron a las
caballerizas y se acomodaron para pasar la noche. No bien despuntó la mañana se
encontraron con que el tiempo había aclarado, y viendo que en la casa estaba
todo en silencio y con las persianas cerradas, se marcharon.
Ese fin de semana ambos disfrutaron de lo lindo esquiando
en la montaña.
Nueve meses después, Pedro recibió una carta inesperada
enviada por un estudio jurídico. Se devanó los sesos pensando de quién podía
tratarse, hasta que al fin se dio cuenta de que era de los abogados de esa
atractiva viuda que habían conocido aquel fin de semana en la montaña. Subió a
su camioneta y se fue a casa de su amigo Carlos.
-'Carlos, quiero preguntarte algo', le dijo. 'Recuerdas
esa viuda tan buena moza de...'
-'Sí, me acuerdo', respondió de inmediato el otro.
'Dime la verdad: esa noche, mientras dormíamos en la
camioneta, ¿te levantaste y fuiste a la casa a verla?'
'Sí', confesó Carlos, algo avergonzado al haber sido
pescado en falta. 'Sí, lo hice.'
-'¿Por casualidad le diste mi nombre, haciéndote pasar
por mí, y le diste mi dirección como si fuera la tuya?', preguntó Pedro con voz
incrédula.
Carlos enrojeció.
'Sí, lo siento, viejo; yo tenía en la billetera la
tarjeta que me habías dado cuando te mudaste, y le di ésa. Tú no tienes
compromisos, vives solo, eres más hábil para defenderte en caso de
problemas...' Se encogió de hombros. '¿Por qué? ¿Pasó algo?'
'Murió el mes pasado, y me dejó toda su fortuna'.
(Pensaste que el final iba a ser diferente, ¿eh?...)
Estadísticas
El siguiente es el estado demostrativo
de la cantidad de visitas registradas en los dos blogs que llevamos adelante en
internet: "Pequeñas
Semillitas" y "Juan Pablo
II inolvidable". Esta información se publica el primer día de cada
mes.
Debe recordarse que las visitas se
cuentan desde el inicio de cada uno de ellos que ha sido en fechas distintas:
Desde el 1º de Marzo de 2007 hasta hoy
ha sido visitado por 2.206.576 lectores. Durante el último mes (agosto
2015) registró 12.546 nuevas visitas.
Desde el 25 de Diciembre de 2009 hasta
hoy ha sido visitado por 454.329 lectores. Durante el último mes (agosto 2015) registró 4.905 nuevas visitas.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el alma de Liliana Beatriz, de Córdoba, Argentina, que ha partido de regreso a la casa del Padre celestial.
Pedimos oración para Jorge, afectado de Diabetes y para Lilian, afectada de Alzheimer. Ambas personas de San Salvador, El Salvador.
Pedimos oración para Jorge, afectado de Diabetes y para Lilian, afectada de Alzheimer. Ambas personas de San Salvador, El Salvador.
Pedimos oración por la salud de Daniel Oscar P., un argentino que vive
en Miami, USA, hace más de 20 años, 8 nietos y ahora junto a su esposa Susana viviendo la pesadilla de no
tener un diagnóstico desde hace dos meses. Esta semana tendrá una biopsia de
pulmón. Lo dejamos en las manos de Jesús.
Seguimos rezando por los gemelos Bautista y Valentín, de Córdoba, Argentina, que, habiendo nacido prematuros, siguen en terapia neonatal. Que la Santísima Virgen los siga cuidando y Jesús los bendiga.
Seguimos rezando por los gemelos Bautista y Valentín, de Córdoba, Argentina, que, habiendo nacido prematuros, siguen en terapia neonatal. Que la Santísima Virgen los siga cuidando y Jesús los bendiga.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Unidos a María
Dios,
al que quiere salvar, le da a María. Pero si con nuestra obstinación en el pecado
y en el mal despreciamos a la Virgen, entonces pereceremos eternamente, pues
María es lo más sagrado que posee Dios, y si nos la da en un acto de confianza
y bondad, también es cierto que debemos aceptar y agradecer mucho ese don y
cuidarlo y proceder de acuerdo al regalo obtenido. Porque ya Jesús nos dice en
su Evangelio que a quien mucho se le dio, mucho también se le pedirá. ¿Entonces
tenemos que asustarnos porque Dios nos ha dado a María, pues nos pedirá mucho?
No, no debemos asustarnos, sino agradecerle eternamente este don que nos ha
hecho, pero debemos tener buena voluntad y hacer fructificar ese don, obrando
de acuerdo a los Diez Mandamientos y a las enseñanzas de Jesús en el Evangelio.
Dios ha dado a María al mundo, con sus apariciones y mensajes; pero si el mundo
la desprecia, será destruido.
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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