PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2863
~ Lunes 30 de Noviembre de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
Amado Dios, te quiero pedir, en este
nuevo día, que me des la capacidad de liberarme de aquello que me ata, me ancla
y no me deja crecer. Quiero ser libre frente a recuerdos, amores, amistades,
vicios, que me están haciendo daño y que no puedo quitar de mi vida. Hoy quiero
solicitarte tu ayuda poderosa, quiero que actúes con todo el poder que hay en
Ti y me hagas libre de esas situaciones. Que pueda vivir para Ti, amarte y
abrirme a nuevas experiencias de bendición que la vida me está trayendo. No
quiero, Señor mío, seguir inmóvil mientras la vida pasa y suma más días y más
experiencias. Quiero vivir comprometido con el bien y hacer lo que Tú quieres
que haga. Te suplico que hoy pueda dar testimonio de libertad y de fortaleza Y
confiar plenamente en tu amor misericordioso. Amén.
¡Buenos días!
La vendedora de flores
Cuando
tu vida se encrespa con alguna tormenta, no pierdas el ánimo, porque hay dentro
de ti fuerzas insospechadas. No olvides que nada puede acontecer antes que se
ponga el sol que no parezca insignificante en el río de los siglos. Mantente
sereno e imperturbable diciéndote una y otra vez: “También esto pasará”. Aquí
tienes un testimonio que lo confirma.
Ese día la vendedora de flores sonreía más
que lo habitual; su arrugado rostro resplandecía de gozo. Por un impulso le
compré una de sus rosas. — Se ve usted muy feliz está mañana, le dije. —
¡Claro!, exclamó. Sobran los motivos. Aquella mujer vestía tan pobremente y se
veía tan frágil, que su actitud me intrigó. — Sobrelleva sus problemas
admirablemente, la elogié. Ella me explicó entonces: — Cuando crucificaron a
Cristo, el Viernes Santo, fue el día más triste de la historia. Pero tres días
después, él resucitó. Por eso he aprendido a esperar tres días siempre que algo
me aflige. Es asombroso: las cosas siempre se arreglan de una u otra manera en
ese tiempo. Seguía sonriendo al despedirse de mí. Sus palabras me vienen a la
mente siempre que estoy en dificultades.
Repite
las tres sabias palabras que nos han transmitido los antiguos, hasta que se
conviertan en un hábito tan fuerte que al punto aparezcan en tu mente cuando el
buen humor esté por apartarse de ti. Ellas mantendrán tu vida en equilibrio y
triunfarás en medio de las adversidades: “También esto pasará” (Og Mandino).
Haz la prueba.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, caminando por la ribera
del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano
Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid
conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las
redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el
de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo
arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su
padre, le siguieron. (Mt 4,18-22)
Comentario
Hoy es la fiesta de san Andrés apóstol,
una fiesta celebrada de manera solemne entre los cristianos de Oriente. Fue uno
de los dos primeros jóvenes que conocieron a Jesús a la orilla del río Jordán y
que tuvieron una larga conversación con Él. Enseguida buscó a su hermano Pedro,
diciéndole «Hemos encontrado al Mesías» y lo llevó a Jesús (Jn 2,41). Poco
tiempo después, Jesús llamó a estos dos hermanos pescadores amigos suyos, tal
como leemos en el Evangelio de hoy: «Venid conmigo y os haré pescadores de
hombres» (Mt 4,19). En el mismo pueblo había otra pareja de hermanos, Santiago
y Juan, compañeros y amigos de los primeros, y pescadores como ellos. Jesús los
llamó también a seguirlo. Es maravilloso leer que ellos lo dejaron todo y le
siguieron “al instante”, palabras que se repiten en ambos casos. A Jesús no se
le ha de decir: “después”, “más adelante”, “ahora tengo demasiado trabajo”...
También a cada uno de nosotros —a todos
los cristianos— Jesús nos pide cada día que pongamos a su servicio todo lo que
somos y tenemos —esto significa dejarlo todo, no tener nada como propio— para
que, viviendo con Él las tareas de nuestro trabajo profesional y de nuestra
familia, seamos “pescadores de hombres”. ¿Qué quiere decir “pescadores de
hombres”? Una bonita respuesta puede ser un comentario de san Juan Crisóstomo.
Este Padre y Doctor de la Iglesia dice que Andrés no sabía explicarle bien a su
hermano Pedro quién era Jesús y, por esto, «lo llevó a la misma fuente de la
luz», que es Jesucristo. “Pescar hombres” quiere decir ayudar a quienes nos
rodean en la familia y en el trabajo a que encuentren a Cristo que es la única
luz para nuestro camino.
Prof. Dr. Mons. Lluís CLAVELL (Roma, Italia)
Santoral Católico:
San Andrés
Apóstol
Nació en Betsaida, junto al lago de
Tiberíades, y fue primero discípulo de Juan Bautista. Encontrándose éste en
compañía de dos de sus discípulos, Andrés y Juan Evangelista, pasó Jesús, de
quien dijo el Bautista: «He aquí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le
oyeron y siguieron a Jesús; éste, volviéndose, les preguntó: «¿Qué buscáis?».
Ellos le respondieron: «¿Dónde vives?», y Jesús les contestó: «Venid y lo
veréis». Ellos fueron y se quedaron con Él aquel día. Andrés se encontró
después con su hermano Simón Pedro, y le dijo: «Hemos encontrado al Mesías», y
lo llevó donde Jesús. Más tarde, caminando Jesús por la ribera del mar de
Galilea, vio a los hermanos Simón Pedro y Andrés echando las redes, y les dijo:
«Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Ellos al instante, dejando
las redes, le siguieron. Según la tradición, después de Pentecostés, Andrés
predicó el Evangelio en Asia Menor y en Grecia, y sufrió el martirio en Patrás
de Acaya, crucificado en una cruz en forma de aspa.
Oración: Protégenos, Señor, con la
constante intercesión del apóstol san Andrés, a quien escogiste para ser
predicador y pastor de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
La conciencia de fraternidad como base
de la amistad civil, se convierte en el fundamento de una madura vida social y
política. La ausencia de esta amistad es un signo de fragilidad que nos aísla,
enfrenta y compromete el futuro. El concepto de fraternidad, en cambio, no
excluye lo diverso, nos descubre como miembros de una misma comunidad. La
conciencia de esta dimensión enriquece el ejercicio de la política.
~ Mons. José M. Arancedo ~
Tema del día:
Para entender el
Año Litúrgico
Con la celebración del Domingo 1° de
Adviento, se inicia el nuevo año litúrgico, que estará signado por las lecturas
del denominado ciclo C, siguiendo a San Lucas.
La liturgia considera tres ciclos: A, B,
y C, uno por año, de tal manera que en tres años quien asiste a las misas
dominicales escucha las lecturas de casi todo el Nuevo Testamento y partes
sustanciales del Antiguo.
El año litúrgico comienza con el
Adviento, tiempo de espera para el nacimiento de Dios en el mundo, que
comprende cuatro semanas que nos llevan a la Navidad
Al terminar el Adviento, comienza el
Tiempo de Navidad, que llega hasta la fiesta de la Epifanía.
Allí comienza la primera parte del
Tiempo Ordinario, o “durante el año”, que se extiende hasta el martes antes de
la Cuaresma.
Al día siguiente es el Miércoles de
Cenizas y allí se inicia formalmente el Tiempo de Cuaresma, cuarenta días de
preparación para la Pascua. Es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Es
tiempo para la conversión del corazón.
Cuaresma se extiende hasta antes que
comience la Misa de la Cena del Señor (Jueves Santo). Viene luego el Triduo
Pascual y el Domingo de Pascua de Resurrección, que es la mayor fiesta de la
Iglesia, en la que se celebra la Resurrección de Jesús. Es el triunfo
definitivo del Señor sobre la muerte y primicia de nuestra resurrección.
El Tiempo Pascual dura cincuenta días y
finaliza el Domingo de Pentecostés, con la venida del Espíritu Santo, e incluye
(en el día 40) la fiesta de la Ascensión del Señor.
Después de Pentecostés sigue el segunda
parte del Tiempo Ordinario del año litúrgico que termina con la fiesta de
Cristo Rey.
En los “tiempos ordinarios”, la Iglesia
sigue construyendo el Reino de Cristo movida por el Espíritu y alimentada por
la Palabra que nos permite rememorar los misterios de la vida de Jesús.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el eterno descanso
del alma de Ángel Milanovsky, de San
Lorenzo, Santa Fe, Argentina, de cuya partida al cielo se ha cumplido ayer el
primer aniversario. Toda su familia lo recuerda con alegría, tal como él lo fue
siempre.
Pedimos oración para Paula Victoria B. A., que es argentina
pero está en Houston (USA), embarazada a término y mañana nacerá por cesárea su
hijo Julián Benjamín. Que María
Inmaculada proteja a ambos y la llegada del bebé sea portadora de abundantes
bendiciones para toda la familia.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Unidos a María
En
Beauraing (diócesis de Namur, Bélgica), desde el mes de noviembre de 1932 hasta
en marzo de 1933, la Virgen María se apareció, 33 veces, a cinco niños:
Fernanda, Gilberta y Alberto Voisin (de edades comprendidas respectivamente
entre quince, trece y once años), y a Andrea y Gilberta Degeimbre (de catorce y
nueve años).
Al 29
de diciembre los niños perciben, con los brazos abiertos en señal de adiós, un
corazón de oro, todo iluminado. De ahí el nombre de Nuestra Señora de
Beauraing: la Señora del corazón de oro. Este corazón de oro recuerda la
aparición de Nuestra Señora de Fátima con su corazón inmaculado.
El 2
de diciembre de 1932, la pregunta de los niños: "¿Qué espera de nosotros?
"María habla por primera vez:" Que tengan un buen comportamiento
"El 21 de diciembre, ante la solicitud de los niños: “Dinos quién eres,
". "María se presenta:". Yo soy la Virgen Inmaculada."
El 3
de enero, María confía un secreto a los tres jóvenes. Les promete: "Voy a
convertir a los pecadores." Y de nuevo les dice: "Yo soy la Madre de Dios,
la Reina de los Cielos. ¿Amáis a mi Hijo? ¿Me amáis a mí? ... Entonces,
sacrificaos por mí. Adiós."
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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