lunes, 26 de junio de 2017

Pequeñas Semillitas 3370

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3370 ~ Lunes 26 de Junio de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Érase una vez una carrera de sapos en el país de los sapos. El objetivo consistía en llegar a lo alto de una gran torre que se encontraba en aquel lugar. Todo estaba preparado y una gran multitud se reunió para vibrar y gritar por todos los participantes.
En su momento se dio la salida y todos los sapos comenzaron a saltar. Pero como la multitud no creía que nadie llegara a la cima de aquella torre pues ciertamente, era muy alta, todo lo que se escuchaba era: “no lo van a conseguir”, “qué lástima, está muy alto, es muy difícil, no lo van a conseguir”. Así la mayoría de los sapitos empezaron a desistir.
Pero había uno que persistía, pese a todo, y continuaba subiendo en busca de la cima. La multitud continuaba gritando: “es muy difícil, no lo van a conseguir”, y todos los sapitos se estaban dando por vencidos, excepto uno que seguía y seguía tranquilo cada vez con más fuerza. Finalmente fue el único que llegó a la cima con todo su esfuerzo.
Cuando fue proclamado vencedor muchos fueron a hablar con él y a preguntarle como había conseguido llegar al final y alcanzar semejante proeza. Cual sería le sorpresa de todos los presentes al darse cuenta que este sapito era sordo.
Sé siempre sordo cuando alguien duda de tus sueños.

¡Buenos días!

Irradiar la propia luz
“Si puedes ser una estrella en el cielo, sé una estrella en el cielo. Si no puedes ser una estrella en el cielo, sé una hoguera en la montaña. Si no puedes ser una hoguera en la montaña, sé una lámpara en tu casa”. El Señor te ha regalado la luz de la fe para iluminar a tu alrededor, con el ejemplo y con la palabra. La Reina de la Paz te anima a irradiar tu amor y tu fe con decisión.

“¡Queridos hijos! En sus vidas, todos ustedes han experimentado momentos de luz y de tinieblas. Dios concede a cada hombre reconocer el bien y el mal. Yo los invito a llevar la luz a todos los hombres que viven en tinieblas. Cada día llegan a sus casas personas que están en tinieblas. Queridos hijos, dénles ustedes la luz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Cuando das un buen ejemplo o dices una buena palabra, algo comienza a pasar. Es como tirar una piedra en un lago tranquilo. Pequeñas ondas van generando círculos concéntricos hasta morir en las playas. Conviene que lo pienses para animarte a irradiar tu propia luz. Tendrás el mérito de haber alentado a otros por el camino correcto.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: ‘Deja que te saque la brizna del ojo’, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano». (Mt 7,1-5)

Comentario:
Hoy, el Evangelio me ha recordado las palabras de la Mariscala en El caballero de la Rosa, de Hug von Hofmansthal: «En el cómo está la gran diferencia». De cómo hagamos una cosa cambiará mucho el resultado en muchos aspectos de nuestra vida, sobre todo, la espiritual.
Jesús dice: «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mt 7,1). Pero Jesús también había dicho que hemos de corregir al hermano que está en pecado, y para eso es necesario haber hecho antes algún tipo de juicio. San Pablo mismo en sus escritos juzga a la comunidad de Corinto y san Pedro condena a Ananías y a su esposa por falsedad. A raíz de esto, san Juan Crisóstomo justifica: «Jesús no dice que no hemos de evitar que un pecador deje de pecar, hemos de corregirlo sí, pero no como un enemigo que busca la venganza, sino como el médico que aplica un remedio». El juicio, pues, parece que debiera hacerse sobre todo con ánimo de corregir, nunca con ánimo de venganza.
Pero todavía más interesante es lo que dice san Agustín: «El Señor nos previene de juzgar rápida e injustamente (...). Pensemos, primero, si nosotros no hemos tenido algún pecado semejante; pensemos que somos hombres frágiles, y [juzguemos] siempre con la intención de servir a Dios y no a nosotros». Si cuando vemos los pecados de los hermanos pensamos en los nuestros, no nos pasará, como dice el Evangelio, que con una viga en el ojo queramos sacar la brizna del ojo de nuestro hermano (cf. Mt 7,3).
Si estamos bien formados, veremos las cosas buenas y las malas de los otros, casi de una manera inconsciente: de ello haremos un juicio. Pero el hecho de mirar las faltas de los otros desde los puntos de vista citados nos ayudará en el cómo juzguemos: ayudará a no juzgar por juzgar, o por decir alguna cosa, o para cubrir nuestras deficiencias o, sencillamente, porque todo el mundo lo hace. Y, para acabar, sobre todo tengamos en cuenta las palabras de Jesús: «Con la medida con que midáis se os medirá» (Mt 7,2).
Rev. D. Jordi POU i Sabater (Sant Jordi Desvalls, Girona, España)

Santoral Católico:
San Josemaría Escrivá de Balaguer
Presbítero y Fundador 
Nació en Barbastro (Huesca, España) en 1902. Recibió la ordenación sacerdotal en Zaragoza el año 1925, y en 1927 se trasladó a Madrid para hacer el doctorado en Derecho Civil; su celo apostólico le puso en contacto con gentes de todos los ambientes y, en particular, con las de las barriadas periféricas. El 2 de octubre de 1928 nació el Opus Dei: durante un retiro espiritual ve la misión que el Señor quiere confiarle: abrir en la Iglesia un nuevo camino vocacional, dirigido a difundir la búsqueda de la santidad y la realización del apostolado mediante la santificación del trabajo ordinario en medio del mundo sin cambiar de estado. Y se entregó en cuerpo y alma a su misión. Comenzaron a seguirle personas de todas las condiciones sociales, en particular, grupos de universitarios. En 1934 publicó su libro ‘Camino’. Aunque no faltaron dificultades, la Obra se afianzó, y en 1950 recibió de Pío XII la aprobación definitiva. Se multiplicaron los proyectos: escuelas, universidades, colegios, hospitales, publicaciones, etc. Murió en Roma el 26 de junio de 1975 y Juan Pablo II lo canonizó el 2002.
Oración: Señor y Dios nuestro, que elegiste a san Josemaría, presbítero, para anunciar en la Iglesia la vocación universal a la santidad y al apostolado: concédenos, por su intercesión y su ejemplo, que, realizando fielmente el trabajo cotidiano según el Espíritu de Cristo, seamos configurados a tu Hijo y, en unión con la Santísima Virgen María, sirvamos con ardiente amor a la obra de la Redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano  

Pensamientos de San Josemaría

“El cristiano debe amar a los demás, y por tanto,
respetar las opiniones contrarias a las suyas,
y convivir con plena fraternidad
con quienes piensan de otro modo”

“Son santos los que luchan hasta el final de su vida:
los que siempre se saben levantar
después de cada tropiezo, de cada caída,
para proseguir valientemente el camino
con humildad, con amor, con esperanza”

“En la línea del horizonte, hijos míos,
parecen unirse el cielo y la tierra.
Pero donde de verdad se juntan
es en vuestros corazones,
cuando vivís santamente la vida ordinaria”
San Josemaría

Tema del día:
Himno de la “Liturgia de las horas” 
Hoy que sé que mi vida es un desierto
en el que nunca nacerá una flor.
vengo a pedirte, Cristo jardinero,
por el desierto de mi corazón.

Para que nunca la amargura sea
en mi vida más fuerte que el amor,
pon Señor una fuente de alegría
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca ahoguen los fracasos
mis ansias de seguir siempre tu voz
pon Señor, una fuente de esperanza
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca busque recompensa
al dar mi mano o al pedir perdón,
pon Señor, una fuente de amor puro,
en el desierto de mi corazón.

Para que no me busque a mí cuando te busqué
y no sea egoísta mi oración,
pon tu cuerpo, Señor, y tu palabra
en el desierto de mi corazón. 
Amén

Una sombra cada vez más profunda ronda la orilla de tu río. No le des importancia. Quédate solo con la flor que el río despierta en su suave cauce.
Hoy reconozco que, por muchos esfuerzos que he hecho, mi vida -al llegar a casa- parece un desierto.
Un desierto tan seco en el que nunca nacerá una flor. Por eso, Señor, vengo como jardinero para mostrarte el jardín de mi corazón.
Hoy parece que se me ha quedado frío, muerto y yerto ante las cosas que me han ocurrido. No sé darte explicaciones. ¡Qué le voy a hacer!
Reconozco mi impotencia.
Una cosa es clara: No he dejado que la amargura se desatara en mi vida como un terrible vendaval. He reaccionado a tiempo.
Por eso, en este momento de intimidad contigo, quiero que sepas que la alegría ha brotado en seguida de mi surtidor.
He oído tu voz en este instante de paz y de silencio. Tú, la fuente de mi alegría, me invitas a que desparrame gozo a pesar de mi sufrimiento, Será agua más limpia y purificada.
No quiero ser desierto. Por unos momentos lo acepto. Pero, en mi vida, en general, quiero que surja de mí siempre un oasis de amor y de paz.
¡Vive hoy feliz!
© P. Felipe Santos Campaña SDB

Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Día 26: Devoción a la Virgen
Jesús antes de morir, dio su testamento. En medio de la agonía contempla al discípulo predilecto y le dice: "He aquí a tu madre". Por su última voluntad, María se convierte en madre de todos.
Jesús, que amaba perfectamente a su madre, se mostró siempre sometido y obediente a ella.
Todas las gracias del Señor vienen a ti por su mediación. Y si la estimas. ¿Cómo tratas de amarla? Un hijo que dice amar a su madre y después la ofende no es sincero; es un mal hijo. ¿Y tú no ofendes a la Virgen con tus faltas de amor?
Del Web Católico de Javier

Mensaje de María Reina de la Paz 
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de junio de 2017

“Queridos hijos: Hoy quiero agradeceros vuestra perseverancia e invitaros a abriros a la oración profunda. Hijos míos, la oración es el corazón de la fe y de la esperanza en la vida eterna. Por eso, orad con el corazón hasta que vuestro corazón cante con gratitud a Dios Creador que os ha dado la vida. Yo estoy con vosotros, hijos míos, y os traigo mi bendición maternal de paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el eterno descanso del Padre Luis Ardiles, sacerdote jesuita de Córdoba, Argentina, quien luego de una larga vida dedicada a las almas, ha entregado la suya al Padre Celestial. El padre Luis Ardiles ha sido por muchos años mi confesor y director espiritual. Y todos los que lo hemos conocido no dudamos que ha sido un santo.

Pedimos oración por el alma de Roberto, fallecido en Buenos Aires, confiando su alma a la misericordia infinita de Dios.

Pedimos oración para la señora Argentina (Kuky), de 69 años de edad, de Buenos Aires, (Arg), que hoy se interna para ser operada esta semana de un tumor renal. Confiando en el poder de la oración, le rogamos a Jesús y a Nuestra Madre Celestial por la salud de Kuky; que Ellos asistan a los médicos que la atienden, para que todo vaya bien y pronto pueda estar en su casa, con su familia.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de María
Junio 26
Quien se acerca al fuego, siente calor; quien se acerca a María, se santifica, pues María es tan santa que no solamente lo es para sí, comunica santidad a cuantos se le acercan.
Nos acercamos a María pensando en ella, leyendo lo que de ella se ha escrito, invocándola con nuestras plegarias, amándola con filial ternura, tratando de imitarla en sus virtudes.
También el cristianismo debe cristianizar a cuantos lo rodean, pues el Evangelio es un fuego que abrasa donde pasa.
Santa María de la respuesta generosa a los designios de Dios, que yo también responda afirmativamente a su llamado.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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