PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3396 ~ Sábado 22 de Julio de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Durante
toda mi vida aparecerán y desaparecerán los desafíos, tanto en tiempos de éxito
como de contratiempos. No obstante, es
en el ir y venir de los sucesos, hábitos y actitudes como se produce el
crecimiento.
No
tengo por qué sentirme angustiado por abandonar la seguridad de un sitio
familiar, la comodidad de una relación o una realidad reconfortante. Puedo mirar más allá de la seguridad pasajera
que ofrece una situación o una persona y recurrir a mi verdadera seguridad: el
Espíritu Santo. La presencia del
Espíritu Santo me acompaña a todas partes y en todo momento.
Agradezco
cada oportunidad de abandonar caminos inadecuados o que ya han cumplido su
ciclo, pues cada una me libera un poco más.
Acepto situaciones nuevas con fe y buena disposición.
Cuando
recibo de buen grado la guía del Espíritu Santo, hallo la fuerza y la sabiduría
necesarias para aprovechar a fondo las oportunidades de cada día.
¡Buenos días!
Confío y no temo
“Descarguen
en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”. Si lees y
meditas la Biblia, encontrarás esta exhortación y otras semejantes. Te ayudarán
a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus
alas mientras vienen calamidades” de cualquier clase y magnitud. “No temas,
contigo estoy. Yo te amo”, te asegura
Dios.
Ya no temo, Señor, la tristeza, ya no temo, Señor, la
soledad;
porque eres, Señor, mi alegría tengo siempre tu
amistad.
Ya no temo, Señor, a la noche, ya no temo, Señor, la
oscuridad;
porque brilla tu luz en las sombras ya no hay noche,
tú eres luz.
Ya no temo, Señor, los abismos, ya no temo, Señor, la
inmensidad;
porque eres, Señor, el camino y la vida, la
verdad.
Está
alerta porque vendrán tentaciones de cobardía, desanimación y desesperanza. El
enemigo entrará en tu imaginación para levantar en el aire castillos de
dificultades insuperables. Déjale a Jesús el cuidado de todas tus cosas y verás
que todo te irá mejor. Abandónate en él y todo se resolverá con tranquilidad
según sus designios. La confianza en el Señor es la clave.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
El
primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando
todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. Echa a correr y
llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les
dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto».
Estaba
María junto al sepulcro, fuera, llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia
el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo
de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué
lloras?». Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde
le han puesto». Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que
era Jesús. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?». Ella,
pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has
llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré». Jesús le dice: «María».
Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» —que quiere decir: “Maestro”—.
Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde
mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro
Dios». Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y
que había dicho estas palabras. (Jn 20,1-2.11-18)
Comentario:
Hoy
celebramos con gozo a santa María Magdalena. ¡Con gozo y provecho para nuestra
fe!, porque su camino muy bien podría ser el nuestro. La Magdalena venía de
lejos (cf. Lc 7,36-50) y llegó muy lejos… En efecto, en el amanecer de la
Resurrección, María buscó a Jesús, encontró a Jesús resucitado y llegó al Padre
de Jesús, el “Padre nuestro”. Aquella mañana, Jesucristo le descubrió lo más
grande de nuestra fe: que ella también era hija de Dios.
En
el itinerario de María de Magdala descubrimos algunos aspectos importantes de
la fe. En primer lugar, admiramos su valentía. La fe, aunque es un don de Dios,
requiere coraje por parte del creyente. Lo natural en nosotros es tender a lo
visible, a lo que se puede agarrar con la mano. Puesto que Dios es esencialmente
invisible, la fe «siempre tiene algo de ruptura arriesgada y de salto, porque
implica la osadía de ver lo auténticamente real en aquello que no se ve»
(Benedicto XVI). María viendo a Cristo resucitado “ve” también al Padre, al
Señor.
Por
otro lado, al “salto de la fe” «se llega por lo que la Biblia llama conversión
o arrepentimiento: sólo quien cambia la recibe» (Papa Benedicto). ¿No fue éste
el primer paso de María? ¿No ha de ser éste también un paso reiterado en
nuestras vidas?
En
la conversión de la Magdalena hubo mucho amor: ella no ahorró en perfumes para
su Amor. ¡El amor!: he aquí otro “vehículo” de la fe, porque ni escuchamos, ni
vemos, ni creemos a quien no amamos. En el Evangelio de san Juan aparece
claramente que «creer es escuchar y, al mismo tiempo, ver (…)». En aquel
amanecer, María Magdalena arriesga por su Amor, oye a su Amor (le basta
escuchar «María» para re-conocerle) y conoce al Padre. «En la mañana de la
Pascua (…), a María Magdalena que ve a Jesús, se le pide que lo contemple en su
camino hacia el Padre, hasta llegar a la plena confesión: ‘He visto al Señor’
(Jn 20,18)» (Papa Francisco).
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del
Vallès, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa María Magdalena
Discípula del Señor
Es
una de las santas mujeres que seguían y atendían a Jesús y al grupo de los
Doce, y a las que no siempre es fácil distinguir e identificar. Según la
tradición, había nacido en Magdala, junto al lago de Tiberíades, y, abandonada
su vida de pecado, había seguido a Cristo. El Evangelio de san Juan nos dice
que en el calvario, junto a la cruz de Jesús estaba, con su Madre y otras
mujeres, María Magdalena. También nos dicen los evangelios que la mañana del
domingo de Resurrección fue María al sepulcro y, cuando lloraba al verlo vacío,
se le apareció Jesús, quien le encargó que fuera a anunciar a sus discípulos lo
que había visto.
Oración: Señor, Dios nuestro, Cristo, tu Unigénito,
confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a los suyos
la alegría pascual; concédenos a nosotros, por la intercesión y el ejemplo de
aquella cuya fiesta celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un
día glorioso en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras del Santo Padre Pío
"Todas
las noches ofreced para gloria de Dios
el descanso que vais a tomar
y
no os olvidéis nunca del ángel custodio,
que
está siempre con vosotros"
Humor de sábados:
Razonamiento de niños
Pablo, 5 años
Al
viajar a otro país, su madre le advirtió que no entendería nada porque hablaban
otro idioma por lo que no debía asustarse. Estando comiendo, el camarero se rió
con algún comentario y Pablo exclamó:
«¡Hala mamá! ¡Se ríen igual que nosotros!»
Adriana, 3 años
Adriana,
al meterse por primera vez en una piscina en la que hacía pie, exclamó: «¡Hala,
esta piscina sí que tiene suelo!».
Alejandro, 5 años
Alejandro
todos los días le quitaba dinero a su padre de la cartera. Un día su padre le
pilló y le preguntó: «¿Qué haces? ¿Me estás robando?». Alejandro le respondió:
«No lo estoy robando, me lo estoy encontrando».
Manu, 7 años
El
padre de Manu le hizo una sopa para cenar y le dijo: «Cómetela, que está muy
rica». El niño tomó dos cucharadas y le contestó: «Papi, tú y yo tenemos gustos
distintos».
Mario, 4 años
Mario
estaba hablando un día con su madre sobre lo que quería ser de mayor. Su madre
le preguntó: «¿Cómo te gustaría trabajar: de pie, como tu tío Javi, o sentado,
como Jordi?». Mario, viendo a su abuelo en el sofá, dijo: «Tumbado, como el
yayo».
Leo, 5 años
Leo,
un día que estaba muy enfadado porque su madre no le hacía caso, le dijo: «¡Yo
nací de tu barriga, sé todo lo que piensas!».
Eloi, 5 años
A
Eloi lo estaba cuidando una amiga de sus padres. Cuando iban hacia casa, ella
le preguntó: «Eloi, ¿tienes frío?». Y él le contestó: «No tengo ni frío ni
calor, estoy del tiempo».
Hugo 4 años
Hugo
preguntó a su madre: 'Mamá, ¿cómo salí de tu barriga?'. Y su madre le
respondió: 'Pues primero salió la cabeza, después los hombros, luego el cuerpo
y al final las piernas'. Y dijo Hugo, asustado: 'Mamá, ¿pero es que salí
destrozado?'
Nacho 6 años
Una
mañana, cuando su madre lo despertó para ir al cole, le dijo Nacho: 'No quiero
ir más al colegio. Bórrame'. La madre le contestó: 'Pero si ya no te puedo
borrar, tienes que ir todos los días'. Nacho, con cara de asombro, preguntó:
'¿Es que me habéis apuntado con tinta?'
Manuel 3 años
En
la escuela infantil a la que va Manuel también hay bebés. Un día estaba mirando
cómo uno de 10 meses pasaba las páginas de un cuento mientras balbuceaba sin
parar, y le dijo a su profesora: 'No me gusta nada cuando lee en inglés'
Marta 3 años
Una
noche, mientras todos dormían, Marta se acercó a la cama de su madre y le dijo:
'Mamá, mamá he hecho pipi, pero no he tirado de la cadena para no despertarte,
¿vale?'
Claudia 4 años
El
padre de Claudia se agachó para atarle los zapatos, y la niña, al verle la
coronilla sin pelo, exclamó alucinada: '¡Papá, tienes carne en la cabeza!'
Isaac 4 años
Isaac
iba corriendo, tropezó con su hermanita y la tiró al suelo. Su madre le dijo:
'Isaac, ¿qué le tienes que decir a tu hermana?'. E Isaac respondió: 'Que se
aparte'
David 5 años
Un
día les dijo a sus padres: 'Y vosotros, cuando yo tenga novia, ¿dónde vais a
vivir?'
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contactos, y de ese modo tú también estarás sembrando en el mundo la alegría
del Evangelio.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la
falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras
enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los
presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Valentina G., una joven
de 16 años de Córdoba, Argentina, que ayer sufrió un grave accidente de
tránsito y ahora se encuentra internada en terapia intensiva del Hospital de
Urgencias con graves heridas y en coma farmacológico. Que Jesús Misericordioso
le conceda la gracia de recuperarse bien y la Santísima Virgen María acompañe y
conforte a sus familiares y amigos.
Pedimos
oración para la señora Amira B. de V.,
de Bogotá, Colombia, quien prácticamente se encuentra en fase terminal de
Alzheimer, rogando que el Señor realice su Santa Voluntad y dé lo mejor para
ella y su familia.
Pedimos oración para Sergio Alejandro M., de Argentina, que ayer fue intervenido quirúrgicamente por un derrame cerebral y en gravísimo estado.
Pedimos oración para Sergio Alejandro M., de Argentina, que ayer fue intervenido quirúrgicamente por un derrame cerebral y en gravísimo estado.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Julio 22
El
Espíritu Santo nos hace llamar a Dios “Padre” en lo íntimo de nuestro ser y ese
mismo divino Espíritu con sus íntimas inspiraciones nos mueve a llamar a María
“Madre”.
No
contrariemos los impulsos y las mociones del Espíritu Santo que obra en
nosotros; dejémonos santificar por Él y dejémonos santificar como Él quiere,
teniendo a Dios como Padre y a María como Madre, y amándolos como tales.
Virgen llena de piedad, don del Espíritu Santo,
alcánzanos este don que nos haga descubrir en Dios al Padre y en María a la
Madre.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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