jueves, 10 de agosto de 2017

Pequeñas Semillitas 3415

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3415 ~ Jueves 10 de Agosto de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La vida es corta para levantarse triste…
Quiere a la gente que te trata bien y te valora, y olvida a los que no lo hacen.
La vida se encarga de ponerlos a cada uno en su lugar.
Piensa que todo llega y pasa por alguna razón.
Si tienes una segunda oportunidad… ¡Agárrala!
Nadie dijo que la vida sería fácil…. Solamente prometieron que valdría la pena.

¡Buenos días!

Amó hasta dar la vida
El arzobispo de Nueva York, Fulton Sheen, famoso por sus charlas por radio en Estados Unidos, dijo en varias ocasiones que quien más le inspiró a amar a Jesús Eucaristía fue una niña de 11 años. En cierta ocasión, escuchó el relato de su martirio y esto lo conmovió. Era una niña católica de China que, cuando los comunistas tomaron el poder, encarcelaron al sacerdote de su parroquia en su propia casa, cerca de la iglesia. El sacerdote observó desde su ventana cómo los comunistas profanaron el sagrario y tiraron al suelo todas las hostias consagradas. El sacerdote sabía que eran exactamente treinta y dos.

Cuando los comunistas se retiraron después de haber profanado al Santísimo Sacramento, no se dieron cuenta de que una niñita de once años rezaba en la parte posterior de la iglesia y había visto todo lo sucedido. Esa misma noche, en la oscuridad, la pequeña regresó e hizo una hora santa de adoración ante Jesús Eucaristía y, después, se arrodilló y con su lengua recibió una de las hostias en comunión. La niña continuó regresando todas las noches haciendo una hora santa antes de recibir la Eucaristía. En la noche treinta y dos, después de comulgar con la última hostia, un guardia se dio cuenta de que alguien estaba en la iglesia y la agarró y la golpeó hasta matarla. Ese acto de martirio fue presenciado por el sacerdote desde su ventana y, cuando fue liberado, contó lo sucedido.

Monseñor Sheen, al escuchar este relato, prometió que, a ejemplo de esa niña, él también haría cada día una hora santa de adoración ante Jesús sacramentado, y lo cumplió hasta el fin de su vida. Aquella niña le enseñó que valía la pena hacer cualquier sacrificio para demostrarle amor a Jesús, e incluso, dar la vida.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará». (Jn 12,24-26)

Comentario:
Hoy, la Iglesia —mediante la liturgia eucarística que celebra al mártir romano san Lorenzo— nos recuerda que «existe un testimonio de coherencia que todos los cristianos deben estar dispuestos a dar cada día, incluso a costa de sufrimientos y de grandes sacrificios» (San Juan Pablo II).

La ley moral es santa e inviolable. Esta afirmación, ciertamente, contrasta con el ambiente relativista que impera en nuestros días, donde con facilidad uno adapta las exigencias éticas a su personal comodidad o a sus propias debilidades. No encontraremos a nadie que nos diga: —Yo soy inmoral; —Yo soy inconsciente; —Yo soy una persona sin verdad... Cualquiera que dijera eso se descalificaría a sí mismo inmediatamente.

Pero la pregunta definitiva sería: ¿de qué moral, de qué conciencia y de qué verdad estamos hablando? Es evidente que la paz y la sana convivencia sociales no pueden basarse en una “moral a la carta”, donde cada uno tira por donde le parece, sin tener en cuenta las inclinaciones y las aspiraciones que el Creador ha dispuesto para nuestra naturaleza. Esta “moral”, lejos de conducirnos por «caminos seguros» hacia las «verdes praderas» que el Buen Pastor desea para nosotros (cf. Sal 23,1-3), nos abocaría irremediablemente a las arenas movedizas del “relativismo moral”, donde absolutamente todo se puede pactar y justificar.

Los mártires son testimonios inapelables de la santidad de la ley moral: hay exigencias de amor básicas que no admiten nunca excepciones ni adaptaciones. De hecho, «en la Nueva Alianza se encuentran numerosos testimonios de seguidores de Cristo que (...) aceptaron las persecuciones y la muerte antes que hacer el gesto idolátrico de quemar incienso ante la estatua del Emperador» (San Juan Pablo II).

En el ambiente de la Roma del emperador Valeriano, el diácono «san Lorenzo amó a Cristo en la vida, imitó a Cristo en la muerte» (San Agustín). Y, una vez más, se ha cumplido que «el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna» (Jn 12,25). La memoria de san Lorenzo, afortunadamente para nosotros, quedará perpetuamente como señal de que el seguimiento de Cristo merece dar la vida, antes que admitir frívolas interpretaciones de su camino.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Lorenzo
Diácono y Mártir
Según la tradición, era de origen español, concretamente de Huesca. Sufrió el martirio durante la persecución del emperador Valeriano el 10 de agosto del año 258, cuatro días después que el papa Sixto II y sus otros diáconos. Acusado de administrar incalculables bienes, declaró ante los jueces que la única riqueza de la Iglesia eran los pobres, atendidos solícitamente con las limosnas de la comunidad cristiana. Fue condenado a morir a fuego lento en la parrilla, y hasta el último momento puso de manifiesto su entereza y buen humor. Su sepulcro y la basílica a él dedicada se hallan en el Campo Verano de Roma, en el cementerio que luego tomó su nombre, y su culto se difundió pronto en toda la Iglesia.
Oración: Señor Dios nuestro, encendido en tu amor, san Lorenzo se mantuvo fiel a tu servicio y alcanzó la gloria en el martirio; concédenos, por su intercesión, amar lo que él amó y practicar sinceramente lo que nos enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano  Aciprensa    

Pensamiento del día

“Ten fe en la grandeza de Dios,
y descansa tus sueños en sus manos.
¡Siente el amor divino en su corazón
y ten esperanza de un amanecer de muchas victorias!”

Temas Médicos:
Discusiones sobre el embrión humano
Las discusiones sobre el embrión humano resultan difíciles y complejas por el contexto en el que se producen, sobre todo si el aborto ha sido legalizado.

Cuando hay numerosas sociedades que consideran el aborto como algo normal, incluso como un servicio público, es fácil que el embrión sea considerado como un puñado de células, como un ser subhumano, como un producto apreciado o rechazado según los deseos de los adultos, como un ser sin dignidad.

Las visiones sobre el embrión humano, por lo tanto, quedan muchas veces enmarcadas en el contexto de leyes gracias a las cuales resulta posible eliminarlo fácilmente a través del aborto.

Si, además, añadimos que en la fecundación artificial (in vitro) se producen cientos de embriones excedentes, que son congelados, o seleccionados según parámetros de calidad exigidos por quienes los encargan, se comprenderá lo difícil que es discutir correctamente sobre la dignidad y el estatuto de esos seres tan pequeños.

Hay, sin embargo, un dato que podría ayudar a dirigir la mirada sobre los embriones humanos de un modo adecuado: recordar que con cada fecundación de un óvulo por parte de un espermatozoo inicia una nueva existencia humana.

Esa existencia tendrá una historia más corta o más larga, pero no por ello deja de ser una existencia nueva. Esa existencia coloca a cada embrión como un miembro de nuestra familia humana en su primera etapa de desarrollo, desde relaciones concretas, gracias a su origen y a su ADN, con su padre y con su madre.

Ello permite verlo no sólo como un producto, un material biológico, un puñado de células, o una realidad indefinida, sino como un hijo en las primeras fases de su vida. Un hijo pequeño, como pequeños fuimos nosotros cuando iniciamos, en un momento concreto del pasado, nuestra existencia terrena.

La dignidad de ese hijo puede ser reconocida o puede ser ignorada, pero las diferentes opiniones no la suprimen. Porque la dignidad de cada existencia humana no radica en el hecho de ser aceptada o rechazada, sino que acompaña siempre al hijo, en todas las etapas de su desarrollo.

Si se llega a ese reconocimiento de la dignidad de cada hijo, será posible reprobar cualquier acto que vaya contra la integridad de los embriones, precisamente porque ellos, en el momento concreto en el que se encuentran, merecen ese respeto a la vida que queremos sea defendida para cualquier ser humano en las diferentes etapas de su biografía terrena.
© Fernando Pascual

Meditaciones
Hellen Keller, a los dos años de edad, sufrió un ataque de fiebre cerebral y quedó sorda y ciega para toda la vida. Pero ella no se desanimó y aprendió a leer y escribir y realizó estudios superiores. Fundó 50 escuelas para ciegos y escribió libros que se han traducido a 50 idiomas. A sus 77 años, todavía seguía dando conferencias y ayudando a sordos y ciegos del mundo entero. Y decía: “He luchado para descubrirme a mí misma una razón para vivir y un campo en el que pudiera ser útil. Yo creo que podemos ser felices aquí y ahora, si cumplimos fielmente nuestro deber. Hasta la más humilde ocupación es un arte, si encierra esfuerzo y amor por los demás”.
Si ella pudo ser feliz y ser útil a tantos seres humanos ¿por qué tú, que ves y oyes, no puedes serlo? Tú eres una persona única en el mundo. Tú no eres fotocopia. Lucha contra tu sentido de inutilidad o de derrota, libérate de la autocompasión. No te des por vencido, siempre hay algo que hacer por los demás. Y tú puedes ser feliz, haciendo felices a los demás. 

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso de Luz María Andrade Andrade, de Colombia, quien ha sido llamada por el Señor a uno de sus aposentos preparado especialmente para ella. Sus hijos Goretti y Javier Cortés Andrade se encuentran sumidos en una inmensa tristeza, pues perdieron a su padre hace apenas dos meses; oramos por ellos. Así también por la Familia Andrade Andrade que lamenta profundamente esta pérdida, para que el Señor les dé la fortaleza, la fe y la esperanza que tanto necesitan en estos momentos de dolor. Bajo el amparo de nuestra Madre, la Virgen Santísima, Luz María, quien fuera una auténtica católica, tendrá la resurrección prometida en nuestro Señor Jesucristo.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Ana Matilde S., de Córdoba, Argentina, excelente médica y persona generosa con el prójimo, entregada con vocación al servicio de todos, amiga fiel y desinteresada, que siempre estará en el corazón de todos los que la conocimos y compartimos horas con ella. Ana nos deja siendo todavía joven y en plena etapa de realizaciones y proyectos en su vida. Le pedimos a Dios, al Dios único, pues ella era de religión judía, que la reciba en su gloria celestial para toda la eternidad. 

Pedimos oración para Ale y Simón, de Córdoba, Argentina, rogando la protección de Dios y la Santísima Virgen María… 

Pedimos oración para las siguientes personas de México: Fernando G., a quién le realizan un estudio, rogando al Señor que salga bien y los resultados sean favorables; María del Carmen S., también por sus estudios médicos; Martha R., por la misma razón. Que la Virgen de Guadalupe interceda por todos ellos.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Te rogamos Señor que nos concedas las gracias que confiadamente estamos solicitando
y todas aquellas que quedan en lo profundo de nuestros corazones y Tú conoces.
Bendícenos Señor y no permitas que nunca nos separemos de Ti.
Amén.

Los cinco minutos de María
Agosto 10
La tradición cristiana ha sentido y honrado a María como verdadera Madre de la Iglesia. Pablo VI resume así el sentir del pueblo de Dios: “No se puede hablar de la Iglesia si no está presente María” (MC 28).
“Se trata, dice Puebla, de una presencia femenina que crea en el ambiente familiar, la voluntad de acogida, el amor y el respeto por la vida. Es presencia sacramental de los rasgos maternales de Dios. Es una realidad tan hondamente humana y santa que suscita en los creyentes las plegarias de la ternura, del dolor y la esperanza”.
Santa Madre de la Iglesia, en tu rostro contemplamos los rasgos de amor, de afecto y de ternura de nuestro Dios y Padre. Nos encomendamos a tu amor de Madre y nos confiamos en la misericordia de nuestro Dios.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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