PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3417 ~ Sábado 12 de Agosto de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Señor,
que bien se siente compartir contigo y ver todo lo bueno que tienes preparado
para mí, porque sé que me amas y me quieres feliz. Te entrego mi corazón.
Muévelo de tal forma que solo busque tomar acciones que bendigan a los míos y a
los que Tú pondrás en mi camino hoy. Ayúdame hoy a experimentar la gracia del
perdón y liberarme de todo aquello que me mantiene en los oscuros terrenos de
la amargura. Creo en tu amor que sana, libera y que siempre das nuevas
oportunidades para corregir y restaurar lazos de amor. Te ruego que tu
bendición y tu amor no me falten en este día. Gracias por hacerme feliz y por
las grandes oportunidades que hoy me darás para crecer. Amén.
¡Buenos días!
El tazón de arroz
La
anécdota de hoy señala un defecto corriente: la falta de comprensión y respeto
por los que son distintos de nosotros. Respetar y comprender son actitudes que
están en la base de la convivencia humana. Jesús nos advirtió: “No hagas a otro
lo que no te gusta que te hagan a ti”. Sin comprensión y respeto se viene abajo
el amor a los hermanos.
Un señor estaba poniendo flores en la tumba de su
esposa, cuando vio que una persona de origen chino colocaba un tazón con arroz
en la tumba vecina. Entonces se acercó al chino y le preguntó con tono
levemente burlón: —Disculpe, señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá
a comer el arroz? —Sí, respondió el chino, cuando el suyo venga a oler sus
flores.
Respetar
las opiniones del otro es una de las mayores virtudes que un ser humano puede
tener. Las personas son diferentes, por lo tanto piensan y actúan de modo
diferente. No juzgues, tan sólo comprende. Alguien escribió con acierto:
"Comprender es una palabra viva y la carne de esa palabra es amor”. Reflexiona, pues, con amor y comprenderás
mejor a los que son distintos.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre que, arrodillándose ante Él, le dijo:
«Señor, ten piedad de mi hijo, porque es lunático y está mal; pues muchas veces
cae en el fuego y muchas en el agua. Se lo he presentado a tus discípulos, pero
ellos no han podido curarle». Jesús respondió: «¡Oh generación incrédula y
perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros?
¡Traédmelo acá!». Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el
niño desde aquel momento.
Entonces
los discípulos se acercaron a Jesús, en privado, y le dijeron: «¿Por qué
nosotros no pudimos expulsarle?». Díceles: «Por vuestra poca fe. Porque yo os
aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte:
“Desplázate de aquí allá”, y se desplazará, y nada os será imposible». (Mt 17,14-20)
Comentario:
Hoy,
una vez más, Jesús da a entender que la medida de los milagros es la medida de
nuestra fe: «Yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a
este monte: “Desplázate de aquí allá”, y se desplazará» (Mt 17,20). De hecho,
como hacen notar san Jerónimo y san Agustín, en la obra de nuestra santidad
(algo que claramente supera a nuestras fuerzas) se realiza este “desplazarse el
monte”. Por tanto, los milagros ahí están y, si no vemos más es porque no le
permitimos hacerlos por nuestra poca fe.
Ante
una situación desconcertante y a todas luces incomprensible, el ser humano
reacciona de diversas maneras. La epilepsia era considerada como una enfermedad
incurable y que sufrían las personas que se encontraban poseídas por algún
espíritu maligno.
El
padre de aquella criatura expresa su amor hacia el hijo buscando su curación
integral, y acude a Jesús. Su acción es mostrada como un verdadero acto de fe.
Él se arrodilla ante Jesús y lo impreca directamente con la convicción interior
de que su petición será escuchada favorablemente. La manera de expresar la
demanda muestra, a la vez, la aceptación de su condición y el reconocimiento de
la misericordia de Aquél que puede compadecerse de los otros.
Aquel
padre trae a colación el hecho de que los discípulos no han podido echar a
aquel demonio. Este elemento introduce la instrucción de Jesús haciendo notar
la poca fe de los discípulos. Seguirlo a Él, hacerse discípulo, colaborar en su
misión pide una fe profunda y bien fundamentada, capaz de soportar
adversidades, contratiempos, dificultades e incomprensiones. Una fe que es
efectiva porque está sólidamente enraizada. En otros fragmentos evangélicos,
Jesucristo mismo lamenta la falta de fe de sus seguidores. La expresión «nada
os será imposible» (Mt 17,20) expresa con toda la fuerza la importancia de la
fe en el seguimiento del Maestro.
La
Palabra de Dios pone delante de nosotros la reflexión sobre la cualidad de
nuestra fe y la manera cómo la profundizamos, y nos recuerda aquella actitud
del padre de familia que se acerca a Jesús y le ruega con la profundidad del
amor de su corazón.
Rev. D. Fidel CATALÁN i Catalán (Terrassa, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
Santa Juana Francisca de Chantal
Viuda y Fundadora
[Murió
el 13 de diciembre y su memoria se celebra el 12 de agosto]. Nació en Dijon
(Francia) el año 1572, en el seno de una familia católica ferviente, de la
aristocracia. Contrajo matrimonio con el barón de Chantal y tuvo seis hijos, a
los que educó esmeradamente. Muerto su marido en 1601, cuando ella tenía sólo
29 años, llevó, bajo la dirección de san Francisco de Sales, una admirable vida
de perfección, ejerciendo, sobre todo, la caridad con los pobres y enfermos.
Con el apoyo seguro del santo obispo, fundó el instituto de la Visitación de
Nuestra Señora (Salesas), convertido en 1619 en orden de clausura bajo la Regla
de San Agustín, que gobernó sabiamente. Llegó a altos grados de la vida
mística, en la que sufrió penas internas muy grandes, aunque en apariencia
gozase de una gran paz y serenidad. Murió en el monasterio de la Visitación de
Moulins (Francia) el 13 de diciembre de 1641.
Oración: Señor, Dios nuestro, que adornaste con
excelsas virtudes a santa Juana Francisca de Chantal en los distintos estados
de su vida, concédenos, por su intercesión, caminar fielmente según nuestra
vocación, para dar siempre testimonio de la luz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras del Santo Padre Pío
"Acordaos
de que yo soy tan enemigo de los deseos inútiles como de los deseos peligrosos
y malos; porque, aunque sea bueno aquello que se desea, ese deseo es siempre
defectuoso en relación a nosotros, sobre todo cuando anda mezclado con una
preocupación orgullosa, ya que Dios no exige este bien, sino algún otro en el
que quiere que nos ejercitemos"
Tema del día:
Anécdotas de San Felipe
Neri
Una
señora tenía la costumbre de confesarse con él muy habitualmente y casi siempre
tenía el mismo pecado del que arrepentirse: el de calumniar a sus vecinos. Por
ello, San Felipe, le dijo:
-De
penitencia, vas a ir al mercado, compras una gallina y me la traes. Pero de
camino, la vas desplumando y dejando las plumas en la calle conforme caminas.
La
señora pensó que ésta era una penitencia rara, pero deseando recibir la
absolución, hizo conforme se le había indicado y por fin regresó donde san
Felipe.
-Bueno,
Padre, he completado mi penitencia-. Y le mostró la gallina desplumada.
-Oh,
de ningún modo la has completado- le dijo el santo. -Ahora regresarás al
mercado y en el camino, recoges todas las plumas y las pones en una bolsa.
Entonces regresas aquí con la bolsa.
-¡Pero
eso es imposible!- lloró la señora-, ¡esas plumas deben de estar ahora por toda
la ciudad por el efecto del viento!
-Es
cierto -replicó el santo-, pero tienes aún menor oportunidad de recoger todos
los calumnias que has esparcido sobre tus vecinos.
Se
presenta una vez un joven para ingresar como sacerdote. Felipe percibe que está
muy apegado a la vida mundana y con bastante orgullo; pero decide ponerlo a
prueba antes de rechazarlo.
Le
dice: "Toma esta cola (una larga cola de zorro), átala detrás de tus
vestidos y con la mayor seriedad da una vuelta por las calles. Cuando estés de
regreso, te daré la respuesta".
El
joven arrogante le contesta: "No he venido a buscar una vergüenza. No he
hecho jamás semejante locura".
Felipe
le responde: "Muy bien. Debes saber que entre nosotros no se esperan
honores ni riquezas sino renuncias y mortificaciones".
El
joven rechazó la idea de hacerse sacerdote.
Meditaciones
Santa
Faustina Kowalska decía: “El día que no recibo la comunión, la vida me asusta,
tengo miedo de mí misma. Jesús, oculto en la hostia, es todo para mí. Del
sagrario tomo fuerza, poder, valor, luz. Allí busco alivio en los momentos de
angustia. Toda la fuerza me viene del Santísimo Sacramento. Solamente en la
eternidad podremos conocer qué gran misterio cumple en nosotros la santa
comunión. ¡Son los momentos más preciosos de mi vida! Toda mi fuerza la recibo
de la comunión. Me sería difícil vivir un día sin recibir la santa comunión. Él
es mi escudo; sin Ti, Jesús, no sé vivir. El momento más solemne de mi vida es
cuando recibo la santa comunión”.
Esto
lo decía santa Faustina por propia experiencia. ¿No podríamos hacer nosotros
también la experiencia de ir a Jesús Eucaristía siempre que tengamos algún
problema que resolver o dolores que sanar? Jesús nos espera como un amigo y nos
ha prometido alivio y consuelo: “Vengan a Mí los que están cansados y agobiados
que yo los aliviaré” (Mt 11,28).
Humor de sábados
- Una niñita le estaba platicando de las ballenas a su maestra. La docente dijo que era físicamente imposible que una ballena se tragara a un ser humano porque aunque era un mamífero muy grande, su garganta era muy pequeña.
La niña afirmó que Jonás había sido tragado por una ballena. Irritada, la profesora le repitió que una ballena no podía tragarse a ningún humano; físicamente era imposible.
La niña afirmó que Jonás había sido tragado por una ballena. Irritada, la profesora le repitió que una ballena no podía tragarse a ningún humano; físicamente era imposible.
La
niñita dijo, "Cuando llegue al cielo le voy a preguntar a Jonás".
La
maestra le preguntó, "¿Y qué pasa si Jonás se fue al infierno?"
La
niña le contestó, "Entonces le toca a usted preguntarle”.
- Una
maestra de kinder estaba observando a los niños de su clase mientras dibujaban.
Ocasionalmente se paseaba por el salón para ver los trabajos de cada niño.
Cuando
llegó a donde una niñita trabajaba diligentemente, le preguntó qué estaba dibujando.
La
niña replicó "Estoy dibujando a Dios"
La
maestra se detuvo y dijo "Pero nadie sabe cómo es Dios"
Sin
pestañear, y sin levantar la vista de su dibujo, la niña contestó “Lo sabrán
dentro de un minuto"
- Una
profesora de catecismo estaba discutiendo los Diez Mandamientos con sus
alumnitos de 5 y 6 años. Después de explicar el mandamiento de "Honrar a
tu Padre y Madre", les preguntó, "¿Hay algún mandamiento que nos
enseñe como tratar a nuestros hermanos y hermanas?" Un muchachito (el
mayor de su familia) contestó " No matarás. "
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para dos personas que viven en Guatemala y padecen leucemia: una es una señorita de 19 años se llama Dafne C. M., que está hospitalizada; y
el otro es un señor Pedro R. L., que
acaba de recaer estando muy delicado. Pedimos que nuestra Señora de Lourdes,
los sane físicamente y les regale su paz y amor para seguir adelante y de
fortaleza a sus familias.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Agosto 12
“Refugio
de los pecadores”, llama la Iglesia a la Virgen Santísima porque María se
preocupa por los pecadores, los busca, los llama, los espera, los recibe y,
cuando acuden a ella, los acoge con maternal bondad y comprensión.
Sana
sus heridas espirituales, los limpia de sus pecados, haciéndoles experimentar
el dolor que siente un hijo alejado de su Padre y el arrepentimiento que lo
reencuentra con él.
Fruto
del cuidado que la buena Madre tiene de sus hijos es la conversión, el cambio
de vida, la salvación de los pecadores.
Virgen que reinas en el cielo muy cerca de Dios,
cambia nuestro corazón y concédenos un retorno feliz a los brazos de Dios
Padre.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero
de Dios-
(el más pequeñito de todos)
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