PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3454 ~ Jueves 21 de Setiembre de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Mi
Señor, hoy quiero recordar que tu presencia en mi vida es lo mejor que me pudo
haber pasado. Te doy gracias por todas las posibilidades que me has dado en la
vida para ser feliz y por los sueños que solo con tu poder y fuerza he podido
realizar. Quiero seguirte, consagrarme a Ti y a tu Palabra que es fuente de
vida, recibir de ellas la fuerza y el impulso para seguir adelante y derrotar
al mal expulsando de mi vida todo aquello que me separa de tu gracia. Sé que
también a mí me has llamado, también a mí me has escogido para realizar tus
obras de amor y darle al mundo esperanzas y alegría de vivir. Señor, dueño de
mi vida, conocerte ha sido el mejor regalo que pude haber recibido. Tú me
enseñas el valor de prestarle atención a lo que realmente es importante en esta
vida: la compasión y el amor por los que se sienten perdidos y menospreciados.
Por eso, te confieso como mi Señor, me presento ante Ti… ¡Aquí me tienes!,
valiente y decidido, estoy en tus manos, en las manos del Padre, en la guía
poderosa del Espíritu Santo que a diario, con sus inspiraciones, me llena de
fortaleza y sabiduría. Confío plenamente en Ti, confío en que, cuando me envías
a la misión, ya has puesto sobre mí, toda tu bendición, toda tu fuerza y la
asistencia fiel de tus ángeles para vencer toda dificultad y avanzar con
valentía por cualquier camino que me toque vivir. Amén. (Píldoras de Fe)
¡Buenos días!
Súplica en el temor
“Ya
no temo, Señor, la tristeza, ya no temo, Señor, la soledad; porque eres, Señor, mi alegría, tengo siempre
tu amistad. Ya no temo, Señor, a la noche, ya no temo, Señor, la oscuridad;
porque brilla tu luz en las sombras ya no hay noche, tú eres luz”.
Señor, hay nubes en el horizonte. El mar está
agitado. Tengo miedo. El recelo me paraliza la sangre. Manos invisibles me
tiran hacia atrás. No me atrevo. Una bandada de oscuras aves está cruzando el
firmamento. ¿Qué será? Dios mío, di a mi alma: Yo soy tu Victoria. Repite a mis
entrañas: no temas, yo estoy contigo (Ignacio Larrañaga).
“Ya
no temo, Señor, los fracasos, ya no temo, Señor, la ingratitud; porque el
triunfo, Señor, en la vida tú lo tienes, tú lo das. Ya no temo, Señor, los
abismos, ya no temo, Señor, la inmensidad; porque eres, Señor, el camino y la
vida, la verdad”. Levanta el alma a Dios y él alegrará tu corazón.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, cuando Jesús se iba de allí, al pasar vio a un hombre llamado
Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme». Él se levantó
y le siguió. Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Mateo, vinieron
muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos.
Al verlo los fariseos decían a los discípulos: «¿Por qué come vuestro maestro
con los publicanos y pecadores?». Mas Él, al oírlo, dijo: «No necesitan médico
los que están fuertes sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué
significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores». (Mt 9,9-13)
Comentario
Hoy
celebramos la fiesta del apóstol y evangelista san Mateo. Él mismo nos cuenta
en su Evangelio su conversión. Estaba sentado en el lugar donde recaudaban los
impuestos y Jesús le invitó a seguirlo. Mateo —dice el Evangelio— «se levantó y
le siguió» (Mt 9,9). Con Mateo llega al grupo de los Doce un hombre totalmente
diferente de los otros apóstoles, tanto por su formación como por su posición
social y riqueza. Su padre le había hecho estudiar economía para poder fijar el
precio del trigo y del vino, de los peces que le traerían Pedro y Andrés y los
hijos de Zebedeo y el de las perlas preciosas de que habla el Evangelio.
Su
oficio, el de recaudador de impuestos, estaba mal visto. Quienes lo ejercían
eran considerados publicanos y pecadores. Estaba al servicio del rey Herodes,
señor de Galilea, un rey odiado por su pueblo y que el Nuevo Testamento nos lo
presenta como un adúltero, el asesino de Juan Bautista y el que escarneció a
Jesús el Viernes Santo. ¿Qué pensaría Mateo cuando iba a rendir cuentas al rey
Herodes? La conversión de Mateo debía suponer una verdadera liberación, como lo
demuestra el banquete al que invitó a los publicanos y pecadores. Fue su manera
de demostrar el agradecimiento al Maestro por haber podido salir de una
situación miserable y encontrar la verdadera felicidad. San Beda el Venerable,
comentando la conversión de Mateo, escribe: «La conversión de un cobrador de
impuestos da ejemplo de penitencia y de indulgencia a otros cobradores de
impuestos y pecadores (...). En el primer instante de su conversión, atrae
hacia Él, que es tanto como decir hacia la salvación, a todo un grupo de pecadores».
En
su conversión se hace presente la misericordia de Dios como lo manifiestan las
palabras de Jesús ante la crítica de los fariseos: «Misericordia quiero, que no
sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores» (Mt 9,13).
Rev. D. Joan PUJOL i Balcells (La Seu d'Urgell,
Lleida, España)
Santoral Católico:
San Mateo
Apóstol y Evangelista
Nacido
en Cafarnaún, era de profesión publicano o recaudador de impuestos cuando Jesús
lo llamó. Escribió en arameo el primero de los evangelios, que relata así su
vocación. Vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los
impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y estando en la
mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se
sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los
discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los
enfermos. Que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Y a
partir de entonces el nombre de Mateo figura entre los Doce elegidos por el
Señor. En su evangelio proclama principalmente que Jesucristo, hijo de David,
hijo de Abrahán, llevó a plenitud el Antiguo Testamento. Por lo demás, poco
sabemos de su actividad apostólica y de las circunstancias de su martirio. Se
dice que predicó en el Oriente.
Oración: Oh Dios, que en tu infinita misericordia te
dignaste elegir a san Mateo para convertirlo de publicano en apóstol,
concédenos que, fortalecidos con su ejemplo y su intercesión, podamos seguirte
siempre y permanecer unidos a ti con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del día
“La alianza nueva que Cristo pactó con su Padre se
interioriza por el Espíritu Santo, que nos da la ley de gracia y de libertad
que él mismo ha escrito en nuestros corazones. Por eso, la renovación de los
hombres y consiguientemente de la sociedad dependerá, en primer lugar, de la
acción del Espíritu Santo. Las leyes y estructuras deberán ser animadas por el
Espíritu que vivifica a los hombres y hace que el Evangelio se encarne en la
historia”. Doc. de Puebla, 199.
Tema del día:
Conociendo a San Mateo
San
Mateo es llamado por dos evangelistas: Levi, ambos nombres son de origen judíos.
El último lo obtuvo antes de su conversión, el otro lo tomo después, para
mostrar la renuncia a su profesión y que era un hombre nuevo. Hijo de Alfeo,
vivió en Cafarnaun, en el lago de Galilea.
Fue
por profesión un publicano, o colector de impuestos para los romanos. Entre los
judíos, estos publicanos fueron más infames y odiosos porque esta nación los
miraba como enemigos de su privilegio de libertad natural que Dios les había
dado, y como personas manchadas por su conversación frecuente y asociación con
los paganos, y la esclavización sobre sus compatriotas. Los judíos los
aborrecían universalmente, veían sus propiedades o dinero como fortunas de
ladrones, les prohibieron su comunión y participación en su actividades
religiosas, al igual que de todos eventos de la sociedad cívica y de comercio.
Tertuliano esta ciertamente equivocado cuando afirma que solo los gentiles
fueron empleados en este oficio sórdido como San Jerónimo demuestra en varios
pasajes de los evangelios. Y es cierto que San Mateo fue Judío, aunque un
publicano.
Su
oficio dice haber consistido particularmente en acumular costumbres de
comodidades que vinieron por el Genesareth o Tiberias, y un peaje que los
pasajeros pagaban al venir por agua; San Marco dice que San Mateo mantuvo su
oficio de cobro de peaje al lado del lago, donde él se sentaba. Jesús, habiendo
últimamente curado un paralítico famoso, salió de Cafarnaúm, y camino sobre los
bancos del lago o mar de Genesareth, enseñando a las personas que le seguían.
Aquí él observó a Mateo que realizaba su trabajo de cobro de peaje a quien
llamó a venir y a seguirle. El hombre era rico, disfrutaba de un sueldo
lucrativo, era un hombre sabio y prudente, y entendía perfectamente lo que seguir
a Jesús le costaría. Pero él no tuvo miramientos y dejó todos sus intereses y relaciones
para hacerse un discípulo del Señor. No sabemos si él ya estaba relacionado con
la persona o doctrina de nuestro Salvador, especialmente como estaba cerca de
Cafarnaúm, y su casa parece haber sido en la ciudad, donde Cristo había vivido
por algún tiempo, había predicado y hecho muchos milagros, por lo cual estaba
en algún medio preparado a recibir la impresión que el llamado de Jesús había
hecho sobre él.
San
Jerónimo dice que un cierto aire de majestad brilló en la continencia de Nuestro
Divino Redentor, y traspasó su alma y lo atrajo fuertemente. Este apóstol, a la
primera invitación, rompió todas ataduras; dejó sus riquezas, su familia, su
preocupaciones del mundo, sus placeres, y su profesión. Su conversión fue
sincera y perfecta. San Mateo nunca regresó a su oficio porque era una profesión
peligrosa, y una ocasión de avaricia, opresión, y extorsión. San Mateo, al
convertirse, para mostrar que no estaba descontento con su cambio, pero que lo
miraba como su más gran felicidad, entretuvo a Nuestro Señor y sus discípulos
en una gran comida en su casa a donde invitó sus amigos, especialmente los de
su última profesión, como si esperaba que por medio de la divina conversación
de Nuestro Salvador, ellos también quizás sean convertidos.
Después
de la ascensión de Nuestro Señor, San Mateo predicó por varios años en Judea y
en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles. Un poco antes de
la dispersión escribió su evangelio, o pequeña historia de Nuestro Bendito
Redentor. Que la compiló antes de su dispersión aparece no solo porque fue
escrito antes de los otros evangelios, sino también porque el Apóstol Bartolomé
se llevó una copia con él a la India, y la dejó allí. San Mateo escribió su
evangelio para satisfacer los conversos de Palestina. El Evangelio de San Mateo
desciende a un detalle más particular y completo en las acciones de Cristo que
los otros tres, pero desde el Capítulo V al XIV él frecuentemente se distingue
de los otros en la serie de su narrativos, ignorando el orden del tiempo, para
que esas instrucciones que tienen más afinidad una con la otra, estén relacionadas
juntas. Este evangelista más bien enfoca sobre las lecciones de moralidad de
Nuestro Salvador, y describe su generación humana, en que las promesas hechas a
Abraham y David respecto al nacimiento del Mesías de su semilla fueron
realizados; tal argumento inducía de manera particular a los judíos para que
creyeran en él.
San
Mateo, después de haber hecho una gran cosecha de almas en Judea, fue a predicar
la fe a las naciones bárbaras e incivilizadas del Este. Él era una persona muy
devota a la contemplación celestial y llevaba una vida austera, usando una
dieta muy rigurosa; pues no comía carne, en vez satisfacía su apetito con
hierbas, raíces, semillas. San Ambrosio dice que Dios le abrió el País de los
Persas. Rufinus y Sócrates nos dicen que él llevó el evangelio a Etiopía,
significando probablemente las partes Sur y Este de Asia. San Paulino menciona
que él terminó su curso en Parthia. Venantus Fortunatus relata que él sufrió el
martirio en Nudubaz, una ciudad en esas partes. Dorotheus dice que él fue
honorablemente enterrado en Hierapolis en Porthia. Sus reliquias fueron traídas
al Oeste, el Papa Gregorio VII, en una carta al Obispo de Salerno en 1080,
testifica que fueron guardados en una iglesia que tenía el nombre de la ciudad.
Todavía están en este lugar.
© Corazones.org
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"Pequeñas Semillitas" en
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Meditaciones
Argentina,
al igual que el resto de América Latina, se volvió Mariana al mismo tiempo en
que se convirtió a la fe católica, en el siglo XVI. Sus principales santuarios
dedicados a María son:
Nuestra
Señora de Luján en el Este, Nuestra Señora del Valle, al norte, la Virgen de
Itatí en la costa. Pero hay muchos otros porque los argentinos católicos se
dedican sobre todo a la Virgen a quien invocan como su Madre.
Un
gran número de ciudades argentinas llevan el nombre de María. Entre las más
importantes del país; la más grande, Buenos Aires, fundada en 1535, cuyo nombre
oficial es "Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de
Buenos Aires", es decir " Ciudad de Trinidad y Puerto de María del
Buen Aire "; Rosario, la segunda ciudad más grande de Argentina, le debe
su nombre a la Virgen del Rosario, etc.
La
devoción mariana es tan popular en Argentina que tanto las instituciones
oficiales del país, como las familias, con frecuencia, eligen a la Madre de
Jesús como su Patrona particular; por ejemplo, la Marina, el Ejército de Tierra
y del Aire y otras jurisdicciones del Estado...
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Los cinco minutos de María
Setiembre 21
Toda
nuestra vida cristiana debe ser mariana, debe estar iluminada y regida por la
devoción a María, que estuvo inseparablemente unida a Cristo desde la
encarnación hasta la cruz.
Gran
error es quedarse en María, sin llegar por su medio a Cristo, como prescindir
de la que Él escogió, como Auxilio para su obra de salvación.
Nuestra Señora de las lágrimas, enjuga las nuestras y
hazlas meritorias.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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